Querido amigo y vecino español
Querido amigo español, ¿no tenias algo más actual, interesante, menos grotesco, con un poco más de nivel y menos superfluo que este rosario de tópicos sobrepasados que aburren a las ovejas manchegas?
De chistes sobre catalanes los ha habido siempre y siempre los habrá. Por otra parte, que nos toquen los guevos, es quizás, junto con el pan con tomate, una de las cosas que más nos gusta (será por la costumbre), nos enternece y estimula. Por eso aceptamos, de buen grado y como una deferencia inmerecida, la atención que a menudo nos dispensáis.
Mira, querido vecino, sin querer extenderme en un debate superado, cansino y medieval; sabrás, porque eres un hombre de vasta cultura, que la historia la escriben los vencedores a su imagen y semejanza. Han de pasar muchos años, invertir mucha tenacidad, inteligencia y empeño para, con el tiempo, llegar a una verdad más real y objetiva de la que el amanuense del conquistador nos propone. La historia, por hablar de historia, a los catalanes (o sea tus queridos vecinos) no nos hace esclavos del pasado, sino activistas del futuro.
Querido amigo español, te aseguro que no quiero volver al siglo XVIII ni recuperar aquella situación que ahora se discute. Quiero, y es una aspiración legítima, un horizonte mucho mejor del que jamás hemos tenido. Un horizonte al que llegar, no al que regresar. No quiero revisar el tratado de Utrech, o como España, recuperar Gibraltar. Aspiro a un nuevo escenario basado en lo que la gente quiere ahora y con razones y argumentos de ahora.
Pero no nos pongamos transcendentes, querido amigo español, tenemos muchas más cosas en común de las que nos separan. Sin ir más lejos, a nosotros no solo nos echaran de Europa, se habla, se rumorea, que cabe la posibilidad de que nos echen incluso del sistema solar y a vosotros, pobres infelices, ni siquiera os dejan organizar unos malditos juegos olímpicos. ¡Puerca miseria!
Por cierto, el señor Dexeus*, al margen de ser ginecólogo de profesión, siempre ha sido un coñazo. Un ignorante que no sabe (o no quiere saber) que cuando las tropas felipistas entraron a sangre y fuego en Barcelona, hacía más de un año que Catalunya no tenia rey y que sus defensores luchaban por sus constituciones, sus libertades y sus vidas, no por ninguna corona. Santiago Dexeus, con todos los respetos que se merece, es el típico rehén con síndrome de Estocolmo y, en círculos mediáticos, un auténtico Boadella vaginal. Entiendo que os lo creáis porque os conviene, pero, convendrás conmigo, queridísimo amigo español, que sus argumentos (por llamarlos de alguna manera) producen vergüenza ajena, al mismo tiempo, que son una ofensa para inteligencias mínimamente evolucionadas.
Y para acabar (de momento) porque tengo que preparar la mochila para la Vía Catalana, me alegro mucho que te sumes al artículo de Expansión. Yo, con tu permiso, seguiré sumándome al verbo o al sustantivo, siempre da más juego que un frágil artículo.
Cuídate mucho, fraternal amigo, para que tus ojos puedan ver un día, no muy lejano, un extraordinario y luminoso amanecer.
Posdata: ¿te imaginas la tragedia de una liga española sin el Barça, sin el mejor equipo, con diferencia, de los últimos años? Te haré una confidencia, pero mantenlo en secreto: el Barça, aunque tiene ofertas de la Bundesliga y del Calcio, está negociando con la Premier para volver a jugar contra el Mourinho y amargarle definitivamente la vida.
*Veure l'entrevista a "Expansión"
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada