dilluns, 15 de novembre del 2010

Paranoia

Exterior. Calle de Brooklyn. Día.
Alvy y su amigo Rob caminan por una acera concurrida. Se oye el ruido del tráfico.

Alvy: Le oí perfectamente. Dijo “judío” en voz baja.

Rob: ¡Tú estás loco!

Alvy: Que no, hombre. Salíamos de la pista de tenis, ¿sabes?, estábamos él, su mujer y yo. La miró, se volvieron los dos hacia mí y él murmuró entre dientes “judío”.

Rob: Alvy, eres un paranoico total.

Alvy. ¿Qué…qué yo soy un parano…? A mí esas cosas no se me escapan, ya lo sabes. Mira, tenía que almorzar con unos tipos de la NBC, y yo pregunté: “¿Habéis comido ya, o qué?”, y Tom Christie me contestó: “Sí, judías”. No dijo: “Ya hemos comido”, sino “Sí judías”. ¡Judías! ¿Te das cuenta? “Sí, judías”.

Rob: Oh, Max, tú…

Alvy: No me llames Max.

Rob: ¿Por qué, Max? Te va bien ese nombre. Max, ves enemigos en todas partes.

Alvy: ¡No, te digo que no! Mira, estaba yo en una tienda de discos, escucha esto y verás…había un dependiente rubio de pelo corto, y me miró con aire de complicidad y sonriendo me dijo: “Sí, esta semana hay rebaja de Wagner”. Wagner, Rob, Wagner. Así que entendí muy bien lo que quería decirme…muy significativo, Wagner.

Annie Hall