El principi
VITO CORLEONE
Nos conocemos hace muchos años y por primera vez vienes a pedirme ayuda. Ya casi no me acuerdo de cuando dejaste de invitarme a tu casa a tomar café. Y creo que mi mujer es madrina de tu hija. Pero hablemos claro. Nunca has querido mi amistad. Te asustaba tener relación con nosotros.
BONASERA
No quería correr ningún peligro.
VITO CORLEONE
Entiendo. Tu paraíso era América. Tenías tu negocio, la vida te iba bien, la policía velaba tu sueño con la ley, y no me necesitabas. Pero ahora vienes a mí a decir: "Don Corleone, pido justicia". Y pides sin ningún respeto. No como un amigo. Ni siquiera me llamas Padrino. En cambio, vienes a mi casa, el día de la boda de mi hija a pedirme que mate por... dinero.
BONASERA
Lo que pido es justicia.
VITO CORLEONE
Eso no es justicia. Tu hija está viva.
BONASERA
¡Quiero que sufran! Como ella. ¿Qué tengo que pagar?
VITO CORLEONE
Bonasera, Bonasera. ¿Qué he hecho para que me trates con tan poco respeto? Si hubieras mantenido mi amistad, los que maltrataron a tu hija lo habrían pagado con creces. Porque cuando uno de mis amigos se crea enemigos, yo los convierto en mis enemigos. Y a ése le temen.
BONASERA
¿Amigos...? Padrino...
VITO CORLEONE
Bien. Algún día, y puede que ese día no llegue, acudiré a ti y tendrás que servirme, pero hasta entonces amigo, acepta mi ayuda en recuerdo de la boda de mi hija.
BONASERA
Gracie Padrino.
VITO CORLEONE
Prego.
[...]
VITO CORLEONE
Que se encargue de esto Clemenza, con gente de mucha confianza, que no se me emocione, porque no somos asesinos, a pesar de lo que diga ese funerario.